Algunos consejos de buceo seguro

Es aconsejable planificar convenientemente tus inmersiones, tener buen criterio y no arriesgarte para evitar problemas bajo el agua que sean difíciles de resolver. También es necesario contar con el equipo adecuado para el tipo específico de inmersión que tengas pensado realizar. Se debe efectuar el mantenimiento del equipo y revisarlo de nuevo poco antes de meterse en el mar. Del mismo modo, una buena medida es bucear siempre en compañía de un compañero y no separarse de él, puesto que en ciertas circunstancias ese compañero será tu fuente alternativa de aire. Por último, respeta siempre los límites de profundidad que te permitan tu preparación y certificación.

Estos son algunos otros consejos de buceo seguro que debes tomar en cuenta:

Lo que no debes olvidar para bucear sin riesgos.- En el transcurso de una inmersión comprueba frecuentemente el suministro de aire que tengas. De la misma manera es aconsejable que bucees lo más dentro posible de la llamada “curva de seguridad”, sin paradas de descompresión. Evita retener la respiración durante las fases de inmersión y ascenso y procura respetar la velocidad conveniente de ascenso (9 metros/minuto), son saltarte la parada de seguridad: tres minutos a los cinco metros. Un consejo adicional es respetar el medioambiente de las profundidades sin afectar el hábitat natural de las especies que allí tienen su morada.

El consumo de aire bajo el agua.- Cualquier aficionado al buceo quiere permanecer el mayor tiempo posible sumergido o bien no tener problemas de falta de aire bajo el agua. Para optimizar el consumo de aire, un consejo provechoso se refiere al uso de plomos o pesos, usando la cantidad correcta para no sobrelastrar el cuerpo. Si se tiene demasiado peso en las piernas o caderas, se tenderá a estar en posición menos horizontal y más vertical, causando una mayor resistencia en los desplazamientos bajo el agua y por ende un mayor consumo de aire. Lo mismo sucede si no se usa el peso suficiente.

La Maniobra de Valsalva.- Quizás sea la maniobra más utilizada para ecualizar los oídos en el entorno del submarinismo. Se bloquean con los dedos los orificios nasales y se sopla suavemente. Hay que realizar este procedimiento cuando se tenga la cabeza por debajo de la superficie y repetirlo cada medio metro como máximo-mientras se desciende- para prevenir cualquier incomodidad. Si no se nos desbloquean los oídos, hay que detener el descenso y ascender un tanto hasta que las molestias desaparezcan, ecualizar de nuevo y proseguir con el descenso. Nunca hay que forzar los oídos y como método de ecualización alternativo se puede mover la mandíbula de un lado a otro o tragar saliva.

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